En el caso de las mujeres, a veces factores emocionales o relacionados con la mala alimentación pueden ser los causantes de la alopecia femenina. Cuando se detectan estos casos y si hay posibilidades de que el pelo vuelva a crecer, desaconsejamos el injerto capilar en mujeres, y optamos por tratamientos alternativos como la mesoterapia o el tratamiento farmacológico.

El tratamiento consiste en trasplantar raíces capilares sin marcadores genéticos, las de la zona occipital posterior de la cabeza, para que crezcan con características iguales a las de la zona donante: Sanos y definitivos. El resultado es siempre satisfactorio, porque no hay riesgo de rechazo. El injerto capilar en mujeres consiste en realizar la extracción e implantación de cada unidad folicular en un mismo gesto mediante implantes.

Las contraindicaciones del injerto capilar en mujeres son muy excepcionales. No está indicado cuando la causa de la alopecia femenina es algún tipo de enfermedad inflamatoria del cuero cabelludo como el lupus, el liquen o la alopecia frontal fibrosante y, en principio, tampoco en los casos de alopecia areata (relacionada con factores emocionales y de estrés), pues suele tener carácter reversible.

La recuperación tras la intervención es corta y extra hospitalaria, y el resultado siempre es satisfactorio. Al tratarse del propio pelo, no existe posibilidad de rechazo ni éste se vuelve a caer.

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